Prólogo e
interrogante
¿Porqué escribir palabras sin sentido en medio de la
mañana sabiendo que no entiendo el mundo de ésta corola rodeada de pétalos en
la flor de la planta que encuentro aquí, asombrada ante mis ojos?
¿Para ofrecer qué tipo de entrega o ceremonia se
suceden las ideas enclenques como las patas de un ñú recién nacido, si no se
avisora más que un breve segmento de indolente invento?
Y me pregunto: ¿Como ofrenda anticipada para atraer
a la ausencia?
¿Como misa deforme para un único gesto impotente?
¿Para que la habite quién; será la albañilería
minúscula que elige el término y la pausa entre todos los espacios que ya están
erigidos sin un posible huésped?
¿Para comprobar la oquedad de la letra durante la
desilusión de su fluir sin mi alma?
¿No hay nadie aquí; no hay alguien más?
¿Para quién será este abismo, éste collar sin
cuerda?
En definitiva: ¿Porqué escribir tanto de nada,
intentando decir lo que ahora no puedo ya detener?
Mejor no escribo. O sea que directamente estallo
implosionado hacia lo que no digo ni soy al decirlo. Sólo silencio y punto…
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…¿Para escribir es necesario tener una mácula que
limpiar sobre la piel de la muerte, en su cráneo de sedosa lividez?
¿Es necesario acercarse a ese frío para una palabra
que penetre la grieta del mero hueso, y cree la carne como un brote desde su
nada?
¿Es necesario interrumpir al plano en su espacio sin
huellas?
¿No se parece al embrión inconforme cualquier
palabra, cualquier pregunta tan vana como ésta?
¿Y porqué aún siendo así, tan imparable, no confía
en una completación, una culminación, una aparición, una arena?
¿Y porqué es apenas papel y signo, superficie y
danza sombría que no leva?
¿Será que como no hay brisa aquí ahora me siento
vacío del mismo espacio en el que habito? Lo más posible.
¿O es que la somnolencia del deber de decir se
corazona ante una cabellera sobre un cuero que suplica saber, espejo?
Luis Alberto Spinetta. 2/12/2006 Bs. As. Villurca."
